El mundo agrícola enfrenta retos debidos a los impredecibles patrones climáticos y temperaturas fluctuantes. A esto, añádale los crecientes costos de electricidad que oscilan entre 10c y 22c por kWh (E.U.A), haciendo que la asequibilidad de los sistemas de riego agrícolas sea motivo de análisis. Con el aumento de los precios energéticos, la rentabilidad económica de estos sistemas puede disminuir.
Sin embargo, hay una solución a la vista. Para garantizar la rentabilidad agrícola, es esencial modificar las prácticas de riego. Piénsalo: gran parte del consumo energético de una finca se destina a las bombas de agua para los sistemas de riego. ¿La buena noticia? Los avances en métodos y tecnologías de riego permiten reducir el consumo energético sin sacrificar la eficiencia en el uso del agua.
Aspersores de baja presión: el camino al ahorro
Independientemente de la fuente de agua —ya sean ríos, arroyos o acuíferos— extraer agua para riego consume una cantidad considerable de energía. Lamentablemente, muchos sistemas de riego agrícolas aún utilizan aspersores de impacto de alta presión, que funcionan entre 30 a 60 psi (2 a 4 bar). Estos aspersores requieren un flujo de agua rápido para mantener sus patrones de riego.
Aparecen los sistemas de riego por aspersión modernos. Estos campeones funcionan en un rango de baja presión de 10 a 25 psi (0.7 a 1.7 bar). ¿El resultado? Menor demanda de las bombas sin comprometer el caudal de agua hacia los cultivos. Los agricultores pueden reducir el tamaño de las bombas o ajustar las impulsores para disminuir las necesidades de potencia.
Y las ventajas no terminan aquí. Varios tipos de aspersores que operan a baja presión también mejoran la eficiencia del riego. A diferencia de sus contrapartes de alta presión que liberan gotas de agua susceptibles al viento y a la evaporación, los aspersores de baja presión emiten gotas más grandes y resistentes al viento. Un sistema de baja presión de calidad tiene una uniformidad de distribución superior al 95%. Con un mínimo desperdicio de agua, estos sistemas pueden operar durante períodos más cortos. Algunos, como los aspersores Senninger Wobbler®, imitan la lluvia ligera, preservando la capacidad de absorción del suelo y asegurando una hidratación óptima en la zona radicular de las plantas. Por otro lado, los aspersores de impacto pueden causar alteraciones en la superficie del suelo y escorrentía, tardando más en regar sus áreas objetivo.
El factor costo
Los aspersores Wobbler ofrecen importantes ahorros energéticos en tu sistema de riego agrícola. Los ahorros específicos dependen de factores como el sistema de riego, las horas de operación y el caudal de agua. Sin embargo, con aspersores de riego agrícola como los Wobbler, los agricultores pueden esperar alrededor del 50% de ahorro en energía. Para ponerlo en perspectiva, un sistema típico que opera 1000 horas al año a 14 centavos por kWh podría ahorrar aproximadamente $2667 dólares estadounidenses por acre anualmente al optar por aspersores de 25 psi. ¡Eso es un impresionante ahorro del 58%!
Una palabra de precaución
Simplemente reducir la presión en tus sistemas de riego agrícolas no es la solución final. Los aspersores diseñados para presiones más altas no funcionarán adecuadamente con presiones reducidas. Los aplicadores deben operar dentro de sus rangos de caudal y presión designados para garantizar la uniformidad en la distribución del agua. Usar aspersores de impacto a presiones de 10 a 15 psi puede provocar desperdicio de agua y sellado del suelo.
Al explorar el territorio de los aspersores de baja presión, los agricultores deben asegurarse de que estos aplicadores estén diseñados para tal fin. Si bien la definición de "baja presión" puede variar entre fabricantes, generalmente concuerdan en que presiones superiores a 30 psi (2 bar) indican aspersores de rango medio a alto.
