Los requisitos de riego del maní dependen de la etapa de crecimiento del cultivo y de factores externos, incluidas la región y las condiciones climáticas.
De acuerdo con una investigación realizada en el sureste de los Estados Unidos, un cultivo de maní generalmente necesita 18 pulgadas de agua (de riego más lluvia) para brindar rendimientos satisfactorios. Es posible que la cantidad total de entrada de agua deba ser mayor, ya que la lluvia o el riego pueden no ser 100 % eficientes, y pueden ocurrir pérdidas de agua debido a la escorrentía, la filtración profunda o las condiciones ambientales.
Los productores deben considerar cuatro períodos críticos en función de la cantidad de agua que necesitan los cacahuetes para desarrollarse satisfactoriamente: desde la siembra hasta el brote; brote a la fijación/floración; floración/fijación y formación de vainas; formación de vainas hasta la madurez.
Los requisitos de riego del maní entran en el período más crítico de la semana 8 a la 15 durante la floración, el arraigo y la formación de vainas cuando el uso de agua del cultivo es más alto.
¿Cómo crecen los cacahuetes?
Los agricultores en el Peanut Belt de EE. UU. plantan maní después de la última helada de abril a mayo, cuando el suelo alcanza los 65° a 70°F. Siembran granos de maní especialmente cultivados de la cosecha del año anterior a una profundidad de unas dos pulgadas en hileras separadas una o dos pulgadas. La labranza antes de la siembra garantiza un semillero rico y bien preparado. Son necesarios entre 140 y 150 días sin heladas para una buena cosecha.
Después de la siembra y antes de la cosecha, el ciclo de vida del maní incluye varias fases:
Las plantas emergen del suelo
Después de plantadas, las semillas de maní brotan unos diez días después. Se convierten en una planta verde de 18 pulgadas de alto con hojas ovaladas. A diferencia de la mayoría de las plantas, la planta de maní produce sus frutos bajo tierra pero florece en la superficie.
Aparecen flores
Aproximadamente 40 días después de la siembra, aparecen flores amarillas alrededor de la parte inferior de la planta. Las flores se autopolinizan y los pétalos se desprenden a medida que se desarrolla el ovario de maní.
Pegging
La vaina en desarrollo crece hacia abajo y lejos de la planta. Se agranda y brota del tallo presionando contra el suelo antes de que se comience a formar el maní. Una vez que esta está en el suelo, el embrión del maní presente en la punta de la vaina comienza a crecer y gira de tal manera que crece horizontalmente. A medida que crece, se forma una vaina que aloja hasta cinco maníes. Esta, una vez madura y seca, se transforma en la conocida cáscara del maní. La planta continúa expandiéndose y floreciendo, y eventualmente produce 40 o más vainas.
Cosecha
La planta alcanza la madurez y los cacahuetes están listos para la cosecha entre 140 y 150 días después de la siembra. Los agricultores esperan hasta que el suelo no esté demasiado húmedo o seco antes de excavar.
Requisitos de riego de maní y consideraciones de gestión del agua
Comprender cada etapa de crecimiento y aplicar cantidades apropiadas de agua a lo largo de cada fase ayudará a que sus cacahuates crezcan saludables.
La gestión eficaz del riego permite la aplicación de agua en períodos específicos para satisfacer las necesidades de los cultivos al tiempo que minimiza la pérdida de agua debido a la deriva del viento, la evaporación, la escorrentía o la percolación profunda.
El proceso de programación del riego implica determinar cuánta agua se requiere y cuándo aplicarla al campo.
La extensión de UGA (University of Georgia) creó una guía de programación de riego que puede ayudarlo a planificar un programa de riego para el maní y otros cultivos en hileras importantes que se cultivan en Georgia. La guía incluye la siguiente curva que ilustra el requerimiento de agua semanal de la planta de maní (riego más lluvia).
Wes Porter, especialista en riego de la extensión de UGA, señala el uso de herramientas de programación de riego como el método checkbook, modelos de computadora, y sensores de humedad del suelo para garantizar la precisión en el tiempo y las cantidades de riego.
Asimismo, Porter recomienda considerar la eficiencia del sistema de riego. “La eficiencia suele oscilar entre el 60 y el 95 por ciento. Cuando se habla de eficiencia, si su sistema solo tiene una eficiencia del 60 por ciento, tenga en cuenta que eso significa que solo seis décimas de pulgada están llegando al cultivo.
“Los que están en el rango del 60 por ciento suelen ser sistemas más antiguos, sistemas de cobertura total, cañones móviles y sistemas que funcionan a altas presiones. Los sistemas de baja presión más nuevos pueden tener una eficiencia de alrededor del 90 al 95 por ciento,” agrega Porter.
Soluciones de Riego para Productores de Maní
i-Wob®2
Los aspersores de baja presión de Senninger, como el i-Wob2, están diseñados para maximizar la uniformidad de la distribución del agua. I-Wob2 presenta cuatro modelos diferentes que producen múltiples tamaños de gotas y trayectorias, lo que lo hace adecuado para prácticamente cualquier campo o situación, incluidas condiciones de viento, suelos difíciles y más.
LDN® LEPA
Investigadores de Texas A&M AgriLife encontraron que las eficiencias de aplicación en los sistemas LEPA eran superiores al 90 por ciento. Para los productores con problemas de salinidad, recomendamos burbujeadores LEPA que evitan mojar el follaje de la planta en cultivos en hileras para reducir el daño foliar por sal. Entre sus múltiples beneficios, incluido el ahorro de agua y energía, los burbujeadores LEPA han demostrado que su distribución del agua ayuda a filtrar las sales debajo de la zona radicular en los cultivos en hileras.
LDN® Spray
El LDN® (Low Drift Nozzle) ofrece a los productores múltiples formas de regar y controlar el patrón de distribución y la trayectoria del aspersor. Puede convertirlo fácilmente del riego por aspersión al modo LEPA con el conjunto de burbujeador LDN de Senninger o el LDN con la cubierta Shroud.
Reguladores de Presión
Los reguladores de presión en blanco y negro de Senninger son reconocidos por su precisión, durabilidad y capacidad para mantener la eficiencia general de un sistema de riego. Considere usar reguladores de presión en un sistema de riego lineal o de pivote central si sus cacahuetes crecen en campos inclinados para ayudar a garantizar una distribución uniforme adecuada
